La luna ha fascinado y aterrorizado a la humanidad desde el inicio de los tiempos. Muchas culturas han asociado a este astro con dioses, mitos y leyendas. También se ha creído que la luna tiene influencia sobre el comportamiento humano, especialmente en las noches de luna llena.
¿Qué es el efecto lunar?
El efecto lunar es la supuesta relación entre las fases de la luna y el aumento o disminución de ciertos fenómenos naturales o sociales. Por ejemplo, se ha sugerido que la luna llena provoca más nacimientos, más accidentes, más suicidios, más violencia y más criminalidad.
Sin embargo, la mayoría de estos supuestos efectos no tienen una base científica sólida. Muchos estudios han encontrado resultados contradictorios o nulos al analizar los datos disponibles. Además, no hay un mecanismo biológico o físico claro que explique cómo la luna podría influir en nuestro organismo o en nuestro entorno.
Uno de los posibles factores que contribuyen a perpetuar esta creencia es el sesgo de confirmación. Esto significa que tendemos a recordar y dar más importancia a los casos que coinciden con nuestras expectativas y a ignorar o minimizar los que las contradicen. Así, si vemos una noticia sobre un crimen violento en una noche de luna llena, podemos pensar que hay una conexión causal entre ambos eventos, pero si vemos una noticia similar en otra noche cualquiera, podemos pasarla por alto.
¿Qué dicen los estudios sobre la luna y la criminalidad?
Uno de los ámbitos donde más se ha investigado el posible efecto lunar es el de la criminalidad. Algunos policías y jueces afirman haber observado un aumento de los delitos durante las noches de luna llena. Sin embargo, ¿qué dicen los datos objetivos al respecto?
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Nueva York (UNY) examinó los datos delictivos de tres países: Estados Unidos (Vallejo), Canadá (Barrie) y México (Irapuato). Los investigadores compararon las fases lunares con las llamadas al servicio policial y los eventos criminales registrados entre 2014 y 2018 .
Los resultados fueron claros: no hubo ninguna asociación entre la luna llena y un aumento de la criminalidad. Los patrones delictivos fueron similares en todas las fases lunares y no mostraron ninguna variación significativa.
Estos hallazgos coinciden con otros estudios previos realizados en diferentes países y contextos. Por ejemplo, una revisión sistemática publicada en 2016 analizó 37 estudios sobre el efecto lunar en el comportamiento humano. De ellos, solo cuatro encontraron alguna evidencia débil o parcial del efecto lunar sobre el crimen o la agresión. El resto no encontró ninguna relación o incluso halló una relación inversa (menos crimen o agresión durante la luna llena).
Conclusión
Podemos afirmar que no hay pruebas científicas que respalden la idea de que la luna tenga efectos negativos sobre la criminalidad. Se trata de una creencia popular infundada que puede deberse a factores psicológicos o culturales.
Esto tiene implicaciones prácticas para las autoridades policiales y judiciales, ya que les permite planificar sus recursos y estrategias sin tener en cuenta las fases lunares como un factor relevante.
También tiene implicaciones para nosotros y nosotras como ciudadanas y ciudadanos responsables e informados.